PILAR GUILLEN, UNA OPCIÓN DE PROGRESO.

La eternamente desperdiciada región económica de Acayucan, Hueyapan de Ocampo, Texistepec, San Juan Evangelista, Sayula de Alemán, Oluta, Soconusco, Jesús Carranza, empezará a cambiar a partir de que el electorado se vuelque a favor de Pilar Guillén, una candidata a diputada local por el distrito de Acayucan que, todo parece indicar reúne todas las características de una candidata usufructuaria de la sensibilidad política necesaria para coadyuvar a levantar esa zona de la postración, que al paso de los años sigue siendo una cruel paradoja de riqueza natural, de patrimonio cultural y potencial económico a flor de tierra, en contraste con la pobreza criminal que viven los campesinos y habitantes de la región.

Ahí mismo, Oluta es un preciso botón de muestra, donde la cultura popoluca languidece con el paso de los años al grado que en la actualidad menos de 50 personas hablan lengua indígena, es similar al drama en materia del daño ecológico que sufren los ecosistemas que coexisten en el municipio en donde la otrora riqueza del bosque alto tropical, con especies como la caoba, amate, huopaque, el jinicuil y palo de agua han terminado sus días en la picota de los desmocha montes.

Esta actividad desenfrenada ha llevado al desastre ecológico más importante del sureste mexicano. Ahora, aquella fauna compuesta por poblaciones de armadillos, ardillas, conejos, tejones, tlacuaches y reptiles de agua, solo las vemos en fotografía. No es posible que de 6,700 hectáreas cultivables, únicamente se mantengan en producción un poco más de dos mil hectáreas, lo que indica desidia gubernamental y falta de compromiso con la ciudadanía y los campesinos de la región. Justamente por eso y los más de 50 mil votos obtenidos en la última contienda electoral en pos de una diputación federal malograda a base de malas artes en su contra, indican que Pilar Guillén es la piedra de toque que el distrito de Acayucan está reclamando para reivindicar su destino.