CONVENIOS POLÍTICOS.



“Para que te aprobemos la licencia que pides, sales y admites públicamente que firmaste”—Le dijeron desde el PRI, al presidente del PAN. Todo parece indicar que a César Nava le hicieron “manita de puerco” para que admitiera públicamente que si había firmado un convenio baladí con Beatriz Paredes, en representación del PAN y el PRI respectivamente, con la finalidad de que admitiera, que había comprometido a su partido el PAN para renunciar su llegada al poder a través de las alianzas políticas con el PRD, es decir, Nava y Paredes se comprometían a NO hacer alianzas políticas con partidos que no fueran de sus misma ideología política.

HOY REAL COMPETENCIA.

¿Usted se preguntará si ese convenio tan descabellado tendría alguna trascendencia política, moral, económica o jurídica? No, por supuesto que no, o por lo menos no debería, sin embargo, llama la atención que se haga hincapié en forma desmesurada sobre este hecho, que deja en evidencia el tamaño del miedo a las alianzas.
Bien decía don José Martí, que: “EN TODO ALARDE EXCESIVO DE FUERZA, HAY MUCHA DEBILIDAD OCULTA” y ante esta realidad, los hechos hablan por si mismos y, la realidad es que ese acto que se firmó en la secretaría de Gobernación, teniendo como testigo al licenciado Gómez Mont Urueta que, como todos sabemos es un destacado jurista, que ha incursionado en la política profesional antes de llegar al cargo que actualmente ostenta, en donde el secretario de Gobernación y los líderes del PAN y el PRI suscribieron de su puño y letra dicho convenio, saben perfectamente que NO tiene ninguna trascendencia política, moral o jurídica, en virtud de que los derechos políticos de los partidos son irrenunciables, no pueden ser restringidos y tampoco pueden ser suspendidos, al menos que sean como consecuencia a la violación de la Ley, porque así lo establece la Carta Magna en su artículo 1° que reza : “ En los Estados Unidos Mexicanos todo individuo gozará de las garantías que otorga esta Constitución las cuales no podrán restringirse ni suspenderse, sino en los casos que ella misma establece.”



Esto es así, porque las personas morales como los partidos políticos también son titulares de las garantías individuales. En suma, la libertad de reunión, la libertad de expresión, la libertad de manifestar ideas públicamente, la libertad de concretar alianzas políticas son parte de las garantías de los partidos políticos que los órganos y autoridades del Estado deben respetar, y que, no pueden restringirse ni suspenderse, por ello, el supuesto convenio del escándalo ES NULO de origen, porque tiene vicios que lo invalidan al restringir los derechos de un estatuto político como los son PAN- PRD para alcanzar el poder mediante una alianza política que es perfectamente legal si se cubren los requisitos de la misma, y por el otro lado, los diputados no pueden renunciar a ejercer las atribuciones que les da la ley para discutir, analizar y en su caso, aprobar o, no aprobar una iniciativa de ley, o en este caso el Presupuesto enviado por el Ejecutivo porque es parte medular de su obligación constitucional. A todas luces es más grave que un diputado, de su voto para aprobar el FOBAPROA, por ejemplo, traicionando la voluntad popular, que la OMISIÓN de cumplir un convenio entre partidos políticos.

NO EXISTE VIOLACIÓN AL CONVENIO.

Eso explica porque las partes omitieron cumplir con el citado convenio, es decir, tanto Beatriz Paredes como César Nava sabían al final de cuentas, todo es sudor y lágrimas que derraman las calenturas de las campañas políticas que de seguir así, van a bajar de nivel más allá del piso…Hasta las cañerías. En este contexto, ésta semana le aprobarán la licencia solicitada por 4 meses al diputado federal César Nava.

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