"Calderón no va a destruir Telmex"



Era la mañana del 27 de mayo del año 2009 en los Pinos, Carlos Slim habría advertido al presidente Calderón que no está dispuesto a destruir Telmex, durante una de las reuniones entre el gobierno federal y representantes de la compañía para definir la manera en que esta empresa podría comenzar a ofrecer servicios de televisión, ese día se discutió en Los Pinos la entrada del empresario más grande de México al negocio de la televisión.

Atrás quedan los días en que Carlos Slim se había acercado a López Obrador para hacer unas inversiones en la remodelación del Centro Histórico. Viejo lobo de mar, Slim había tenido varias reuniones con López Obrador para conocerlo mejor, en realidad si le importaban el asunto de la remodelación de los algunos partes del Centro Histórico, pero lo que más le interesaba era conocer muy de cerca a quién parecía con toda seguridad sería el presidente de México para el año 2006.

A Carlos Slim le bastó llegar con López Obrador algunos acuerdos sobre la remodelación del Centro Histórico de la Ciudad de México para estar completamente seguro que si llegaba a la presidencia como todo parecía indicar que así sería, para saber que ese hombre sería implacable con su imperio y que por ende, sus negocios estaban virtualmente en peligro. El apoyo debía ser hacia el candidato del PAN, ese si era un hombre razonable. ese hombre era Felipe Calderón Hinojosa.

Para principios del año 2007, el presidente de Venezuela Hugo Chávez hizo un amago de nacionalizar los negocios de Carlos Slim en aquel país suramericano, pero una llamada telefónica a su amigo el presidente Felipe Calderón basto para que éste intercediera por él, pese a que las relaciones entre ambos presidentes no estaba a partir un piñón, pero fue suficiente para que las súplicas del señor Slim fueron atendidas. Al final todo quedó en que el gobierno de Venezuela no tocará las inversiones del magnate mexicano de origen libanés.

Apenas habían transcurrido cinco años de aquellas reflexiones y en aquel 27 de mayo del año 2009 se encontraba discutiendo frente a un hombre ( FCH) completamente distinto de la persona aquella producto de sus conclusiones. Una y otra vez se decía así mismo que no podía creer lo que estaba pasando.

Junto al presidente Calderón, estaba el entonces secretario de Comunicaciones, Luis Téllez, su subsecretario Rafael del Villar (hoy comisionado de la Cofetel) y dos asesores.

Del Villar abrió la reunión y dijo a Slim: "Vamos a permitirle entrar a la televisión, pero primero tenemos que acordar una serie de términos", los cuales incluían bajar las tarifas de interconexión, introduciendo costos de larga distancia, compartir la infraestructura de Telmex y eliminar la práctica de redondear los costos de una llamada al minuto siguiente.

Estas condiciones eran eliminar la clave de las ganancias vertiginosas de Telmex y según los expertos, equivaldrían al valor de toda la televisión en México.
Naturalmente Carlos Slim no las aceptó y lanzó una serie de argumentaciones que según él afectaba las finanzas de su empresa, el resultado, fue imposible convencer al señor Carlos Slim de la necesidad de implementar nuevas políticas de Telmex hacia los usuarios mexicanos.

Las exigencias del gobierno parecieron excesivas a Carlos Slim, quien dijo al presidente Felipe Calderón: "Díganme qué quieren. Si quieren que venda, está bien. Si quieren que nos dividamos en dos, tres partes, está bien". Y añadió: "Lo único que no haremos es destruir Telmex".

A pesar de la oposición del gobierno, Slim encontró rápidamente una manera para que Telmex ofreciera servicio de televisión a través de un acuerdo con un proveedor satelital, aunque él no puede ofrecerlo directamente. Eso cambiará "más temprano que tarde", pronosticó el empresario.

No bien había terminado la reunión con Carlos Slim y el presidente Calderón dio luz verde para terminar con la hegemonía de Telmex en la trasmisión de datos de voz y video, al anunciar que la gubernamental Comisión Federal de Electricidad (CFE) abrirá su red de fibra óptica para las empresas cableras y telefónicas en el país.
De hecho, el presidente Calderón había vislumbrado éste camino y ordenó prepararse a la CFE para que desde 2006 empezara a instalar una red de fibra óptica paralela a su red eléctrica y ahora posee una infraestructura sólo equiparable a Telmex, el gigante de las comunicaciones propiedad del empresario Carlos Slim.

El director general de la CFE, Alfredo Elías, ( su hermano Arturo Elías, vocero del grupo Carso, es yerno de Carlos Slim ) había advertido que abrir la fibra óptica de su empresa pondría en riesgo la seguridad nacional al dar acceso a terceros actores a la principal proveedora de electricidad de México.

La licitación entre particulares de el uso de la red de fibra óptica de 21,000 kilómetros troncales más otros 8,000 kilómetros adicionales de redes metropolitanas permitirá la entrada del nuevo competidor a empresas rivales de Telmex, y propiciará una reducción en las tarifas para los usuarios de teléfono, televisión e Internet, el proceso se pondrá en marcha dentro de los próximos seis meses.

Este nuevo plan anti-Telmex, contempla la construcción de 111 puntos de entrada a la red, lo que garantizará un acceso neutral por parte de los operadores que quieran conectarse a la infraestructura de la CFE y, al mismo tiempo, salvaguarda y protege los riesgos acerca de la seguridad nacional.

Cablevisión ­propiedad de Televisa- y otras empresas afiliadas a la Cámara Nacional de la Industria de las Telecomunicaciones por Cable han expresado su deseo por utilizar ésta la fibra óptica para ofrecer servicios triple play, para ahorrarse las altas tarifas y abaratar sus costos. La tarifa que pagan las empresas que usan la red de CFE es 40% menor a la que ofrece la empresa de Carlos Slim.

La pregunta es si la nueva geografía electoral, le dejó espacio y maniobra política al presidente Calderón para terminar con la hegemonía de Telmex si tomamos en cuenta que Carlos Slim es priista, al menos por ahora. Eso lo sabremos muy pronto.

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