Saqueo perenne


Saqueo perenne.

¿Cree usted que tenemos legisladores a la altura de la situación actual de México? ¿Piensa usted que defienden el patrimonio nacional? ¿ Cree usted que estamos lo suficientemente politizados para darnos mejores gobiernos?¿ Cree usted que leemos lo suficiente para entender lo que sucede en el país? ¿Considera que la política de ser tarea de unos cuantos?

En México tras la guerra de Independencia sobrevino un desastre histórico: Texas pasó a ser territorio de EUA, tras una burda maniobra, más que política de corte vandálica que intentó legitimar un falso anhelo de autonomía en 1845.

Nuestros amigos, se molestaron porque los mexicanos se resignaron a perder Texas y en el año de 1846 nos declararon la guerra, y esto derivó en el primer gran agandalle ( están a punto de consumar el segundo gracias a los traidores nacionales) al robarse dos y medio millones de kilómetros cuadrados que incluyen a lo que es hoy los estados de Arizona, California, Colorado, Nuevo México, nevada, Utah y parte de Wyoming.

Inmediatamente después el atraco empezó el exterminio de toda cultura que oliera a México para imponer la cultura de la naciente unión americana y así la transculturación no ha parado un segundo hasta hoy.

En forma simultánea comenzó en México el saqueo procedente de las bibliotecas y conventos. Manuscritos, códices, libros pintados y miniados, incunables, reposaban en sus anaqueles de caoba, de cedro, de nogal, de veteadas maderas tropicales, era el sueño cumplido de Helleum Librarum, de los devoradores de libros.

No hubo modo de impedir ese saqueo. En un momento dado, alguien tuvo una idea feliz: transportar todos los libros de las bibliotecas saqueadas hasta la Universidad en ciudad de México para construir la Biblioteca Nacional ( algo así como la Biblioteca Nacional Vasconcelos foxiana) pero entonces como ahora, los libros jamás llegaron a su destino, incluso hace muy poco, en el año de 1986 se subastó en Nueva York el “Vocabulario nàhualt –español” de Molina en 300 mil dólares y éste libro procedía de los libros robados en México.

Según los expertos el monto del saqueo (únicamente de libros importantes) supera el monto de la deuda externa. Agustín Fischer, asesor de Maximiliano, logró obtener las mejores ediciones que encontró del pasado de México y en 1868 vendió algunos ejemplares en París y en 1869 en Londres.

El Museo Británico participó sin ningún escrúpulo en las compras de estos libros procedentes del saqueo a México. El bibliófilo Herbert Howe Bancroft , un publicista que amaba la historia, vendió antes de morir sus 40 mil libros, en su mayoría robados de México, a la Universidad de California y ahí puede usted consultarlos, si desea saber algo desconocido sobre México y Latinoamérica, salvo por su mención Bibliográfica.

Si usted desea investigar a fondo el México pre hispánico, los volúmenes realmente empapados son escritos por investigadores y antropólogos estadunidenses y los clásicos europeos por supuesto. El magnate Adolph Sutro, entre los años de 1885 y 1889 adquirió treinta y cinco mil impresos latinoamericanos que llevó a Estados Unidos, con tan mala fortuna, ( que paradoja) que el terremoto de San Francisco arrasó con la mitad de esa inconmensurable biblioteca, porque ahí se perdieron ejemplares únicos de la independencia de México, la Constitución de Cádiz y el Primer Imperio.

La magnífica biblioteca del llamado “Príncipe de la erudición mexicana” Menéndez y Pelayo y la gigantesca biblioteca del sabio Joaquín García Izcalbalceta luego de que fue confiscada por la Revolución ¿ a dónde cree usted que fue a parar ? a Austin Texas. A tiro de piedra del rancho propiedad del mayor iletrado que ha gobernado el mundo.

Mirar al libro como una mercancía aislada en un estante de las librerías, es tener nula visión de lo que necesita el país. El libro debe ser visto como dije como parte integral de un todo. Incluso si se le viera junto al estante de las verduras en un mercado, sería mejor.

El libro para los niños y los jóvenes mexicanos debe ser parte de la dieta básica. Es sin duda, un producto eminentemente comestible para la raquítica población nuestra. Por eso el pueblo tiene hambre. Pero los gobernantes olvidan que: “NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE”. Si hubiera candidatos visionarios, regalarían libros dentro de las despensas que lanzan a las masas famélicas que no oyen sus absurdos discursos, solo atienden “El spot”.

Eso necesita un país de tragedias como México.—“No ni madres, si pendejo no soy --dijo alguna vez un político airado.---“darles facilidades para leer libros al pueblo es como dotarlos de rayos X”,-- y enseguida remató.---“ A ti te gustaría que te vieran la cola a cualquier hora en la calle?”.

Claro! Los legisladores únicamente hacen las leyes que les dicen que deben hacer, generalmente leyes represivas y entreguistas. La miopía de los legisladores viene de origen, es decir, ellos saben ( siempre son hijos vergonzantes de algún personaje) que en realidad NO son verdaderos representantes populares en la máxima asamblea del país y ello se manifiesta en su “trabajo legislativo”.

El ex rector de la UNAM, Dr. De la Fuente para describir el quehacer político del país los llamó: “Actores de circo…Payasos, saltimbanquis, prestidigitadores y domadores” que han convertido a la patria en un escenario de tres pistas.

Por ahora, nadie pudo haberlos perfilado mejor.

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