EL METRO EN VERACRUZ.
(Propuesta publicada originalmente
en el 2000)
¿Que es el
Tiempo?
Para los forasteros, los porteños
desconocemos el concepto del tiempo. Por lo menos, es la excitación que queda cuando se visitan los portales del
zócalo y el malecón. Sentimiento falso o verdadero, finalmente es el papel
histórico que heredamos desde nuestra concepción meta--municipal.
Para
lo que provienen de países industrializados lo que importa es el tiempo real,
porque las formas fundamentales de todo ser humano son el espacio y el tiempo.
Saben que estos dos factores van a incidir en la geografía, el transporte, la
economía y el bienestar social.
Vivir situados fuera del tiempo es tan
absurdo como hacerlo fuera del espacio. Con la revolución
industrial, el crecimiento de las ciudades se hizo cada vez más importante un
sistema de circulación urbano para transportar a la población al trabajo, a los
acontecimientos sociales, culturales y deportivos, también para los viajes de compras, médicos o de otro
tipo. El primer servicio de transporte rápido subterráneo, conocido como metro,
apócope de metropolitano, o ferrocarril urbano, se inauguró en la ciudad de
Nueva York en 1904.
George Medhurst, empresario
londinense fue el primero en publicar una propuesta para carga en 1810, una
para pasajeros en 1812 y un plan más ambicioso en 1827. William Barclay Parsons
en 1885 abrió una oficina de servicios de consultoría en Manhattan, Nueva York.
El proyectó la primera línea de transporte urbano subterráneo de la Ciudad de
Nueva York, y el trazado cartográfico de 1000 millas de ferrocarril en China,
desde Hankow a Cantón.
En la ciudad de México, se inauguró el
transporte subterráneo de ferrocarril, con asesoría y tecnología francesa
llamado “Metro” durante el gobierno del Lic. Gustavo Díaz Ordaz. Desde entonces,
la explosión demográfica ocupó los principales afanes de los urbanistas en la
ciudad capital, para enfrentar lo que prometía ser la ciudad más grande del
mundo: La primera Babel del siglo XX con nula política ecológica.
Principal fuente de esa agresión
al ecosistema es el tráfico descontrolado y la impurificación derivada del
transporte urbano, que indirectamente genera problemas auditivos y de
estrés. En ciudades de ubicación
privilegiada como Buenos Aires por cada 1.000 autos que circulan por territorio
porteño (se estima en 2.000.000 el volumen total) se depositan en la atmósfera
200 kilos de óxido nítrico, 400 de hidrocarburos y 3.000 de dióxido de carbono. Veracruz, no obstante vive tres circunstancias que lo
convierten con urgencia, deseable candidato a modernizar su transporte público
de pasaje y de carga por debajo de la tierra:
Es una de las ciudades más
importantes del Golfo y del Caribe; Además se trata del primer puerto de un
país que ha suscrito Tratados Internacionales de Comercio de alcances
intercontinentales, y por último, es zona conurbada con otro municipio
importante (Boca del Rio) y pronto lo estará con los municipios de Medellín,
Jamápa, Alvarado y la Antigua. Los veracruzanos viviremos en una metrópoli.
Fincar el desarrollo
de Veracruz al factor transporte actualizado no haría camino al andar, sino que
rodaría sobre una lustrosa autopista segura y rápida hacia el bien estar
social. Para quienes lo dudan, ahí tenemos el ejemplo de Canadá, cuya historia esta
fuertemente ligada a la del transporte y al triunfo gradual de éste sobre la
geografía. Canadá es el segundo país más grande del mundo, pero ocupa el
vigésimo octavo lugar en cuanto a población. Sus 27 millones de habitantes se
esparcen en los 9,970 610 km2 de superficie que se extiende a lo largo de 5500
km entre el Atlántico y el Pacífico, lo cual da una densidad aproximada de tres
personas por kilómetro cuadrado. En estas circunstancias, es esencial una red
de transporte eficiente para mantener unido al país y permitir que personas y
bienes se muevan libremente a través de él, así como para transportar las
mercaderías canadienses a los mercados internacionales.
A pesar de estos obstáculos, Canadá ha
desarrollado un sistema de transporte altamente sofisticado. Cuenta con más
kilómetros de carreteras y vías férreas por persona que el resto de los países,
incluidos los Estados Unidos. Canadá ha sido el pionero en el uso de ductos
para transportar petróleo, gas y otros productos a grandes distancias. En cada
ciudad importante existen sistemas intermodales para el transporte de
pasajeros, los cuales incluyen transporte subterráneo, autobuses o líneas
ferroviarias que operan bajo el sistema de abono. La mayoría de los centros se
encuentran cerca de modernos aeropuertos con conexiones a servicios aéreos
internacionales. Una industria marítima especializada florece en ambas costas
del sistema de los Grandes Lagos y del Gran Canal de San Lorenzo.
Aquí
en Veracruz, en cambio se movió en el año de 1999, en total una carga portuaria
de altura de 5. 879.9 millones de toneladas, entraron 3. 541.0 y salieron
2.338.9. En granel agrícola, mineral, petróleo, derivados y otros fluidos las
toneladas de carga siempre fueron mayores en el ingreso que en las salidas. Este
movimiento portuario, por ahora mantiene dividida a la ciudad por las
inoperantes vías férreas, a pesar de la construcción de una nueva aduana
marítima y el llamado puerto seco, lo que parece a todas luces no será la
solución que el puerto y la ciudad de Veracruz necesitan.
Los porteños reclaman un movimiento
avanzado de transporte en todos los rubros y están examinando la factibilidad
técnica y económica de sistemas de transporte subterráneo por ducto para llevar
gran volumen de carga a través de aéreas altamente congestionadas. El
transporte de carga por ducto pertenece a la clase de sistemas de transporte no
tripulados, en el cual, cápsulas o trenes de cápsulas confinadas en un espacio
restringido llevan carga entre terminales a través de tubos. El sistema puede
ser pensado como un pequeño tren no tripulado corriendo dentro de un tubo
llevando carga contener izada.
Los vehículos de pasajeros podrían ser
separados de los vehículos de carga con mejoras en la eficiencia y la seguridad
de ambos modos. La mejora en la eficiencia resultaría en tarifas de carga más
bajas y menores impactos ambientales en cuanto a calidad del aire y ruido.
Veracruz vive el momento de expansión justo
para utilizar el transporte colectivo “Metro”, con un promedio aproximado de
700 mil habitantes en la zona conurbada con Boca del Río y con una clase trabajadora que vive en el norte de la
ciudad, mientras los centros de trabajo, fábricas, plazas, escuelas de nivel
medio, bibliotecas, discotecas, bares, restaurantes, estadios deportivos,
juzgados, cines, universidades y los principales centros de esparcimiento y
diversión están ubicado en el sur. TAMSA, una ciudad Industrial y centro de
Abasto en el sur oeste. En cuestión de meses, al conurbarse con los municipios
de Medellín, Jamapa, Alvarado y la Antigua seremos un millón de habitantes a
los que habrá que transportarnos por todos los puntos cardinales y no estamos
preparados para este evento, el más importante del siglo en puerta.
En
el más reciente censo del INEGI, se movilizaron en el municipio de Veracruz y
Boca del Río 52,587 automóviles, de los cuales 2,696 son utilizados para el
servicio público y un total de 1,918 camiones para el servicio público de
pasajeros urbanos, por tanto, es inaplazable desarrollar una evaluación sobre
el tránsito urbano, planteando la
necesidad de un trasvasa miento desde el transporte colectivo tradicional y
el transporte en automóvil particular hacia el transporte colectivo subterráneo
de pasajeros METRO con los siguientes beneficios: A ) Equivale a mayor espacio físico en las
calles y a una reducción en el congestionamiento del tráfico; B) Optimiza la
vialidad de personas; C) Ahorro de combustible
por pasajero/ kilómetros; D) Abatimiento de niveles emisoras de gas por
pasajero/ kilómetro transportado; E) Evita pérdidas de tiempo en el traslado a
las oficinas, escuelas y centros de trabajo; F) Mejora el ecosistema y
contribuye a la salud de la población; G) Reduce el costo del transporte en
general y fortalece la economía doméstica de la clase trabajadora y
estudiantil; H) Reordena el crecimiento económico y urbanístico de los seis
municipios conurbados; I) Reducción de accidentes heridos y muertos;
J)Reducción en el deterioro de caminos y puentes; K)Incremento en el control de
programas de entrega.
El METRO, como todos lo llaman, es la
forma más rápida y segura de desplazarse en las ciudades con ganas de SER en el
tiempo y el espacio. En Veracruz podríamos empezar con dos líneas: La primera
podría iniciar en Río Medio, enhebrando las unidades habitacionales del
INFONAVIT-Buenavista, que siga al centro de la ciudad y continúe por Gral. Prim
hasta Costa Verde, para retomar la antigua Vía Muerta con destino final en el
Zócalo de Boca del Río; Otra opción de ruta de la línea uno sería que al pasar
por el Parque Zamora, continuara todo Díaz Mirón hacia La Boticaria, Mocambo,
hasta el Zócalo de Boca del Río. Una segunda línea, podría surgir desde TAMSA,
ciudad Industrial Bruno Pagliai, Aeropuerto, J.B. Lobos hasta la avenida Xicoténcatl.
Todo
ello contribuirá a mejorar el entorno y la calidad de vida veracruzana... A
disfrutar de la ciudad, el espacio y el tiempo.
Haciéndole caso a los entendidos del primer mundo, el tiempo en sí no
consta de partes reales, sino que es nuestro entendimiento el que lo divide
arbitrariamente; sólo un conjunto de cosas distintas que ocupen el tiempo
pertenece a lo e numerable. Permítasenos contar entre ellas nuestra forma
porteña de matar el tiempo y así arribar al concepto puro del tiempo...el
metro.
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