LAS FIESTAS DEL CARNAVAL DE VERACRUZ DEBEN SER REGULADAS
(Publicada
originalmente en Febrero del 2009)
El Carnaval de Veracruz es una fiesta NO regulada por
las leyes Municipales ni por la Constitución Local, en consecuencia el dinero que se recaude con motivo de las fiestas en honor al Rey
Momo es un dinero irregular. Si entra en la Hacienda local, es un dinero irregular,
y si no entra también. ¿Por qué? Porque la autoridad sólo puede hacer lo que le
permite la ley.
El Ayuntamiento de Veracruz puerto está consciente de
la situación y es por eso que al final de la fiesta, se ha hecho costumbre el
donar el remanente a instituciones de caridad
o la Cruz Roja una cantidad que
siempre es irrisoria en proporción a lo que podrían ser, supuestas o presuntas
ganancias y entonces se habla de la donación de doscientos o trescientos mil
pesos, que hoy en día no les alcanza ni para comprar una ambulancia bien
equipada.
En forma oficial se admitió la llegada promedio de 1,
200 000, un millón doscientos mil turistas más la asistencia local a los seis
paseos que pagan por cada boleto entre $ 30 y $ 50 pesos cada uno con derecho al
acceso a las gradas con un millón de espectadores cómodamente sentados en cada
paseo a lo largo de seis kilómetros en
la costera, consumen alimentos y bebidas embriagantes y miles de parroquianos que
pagan multas por violar el Bando de Policía y Buen Gobierno, el Reglamento de
Tránsito y otros presuntos delitos que se dirimen con un convenio-expréss en
las agencias del ministerio público y en la Barandilla.
Solo en la Inspección de Policía el Domingo de
Carnaval arrestaron a 250 individuos por violaciones al Bando de Policía y Buen
Gobierno, con presuntas multas de entre mil a tres mil pesos, sólo por mencionar
un rubro, más el ingreso por venta de gradas, más derecho de piso a las cerveceras-refresqueras
y ambulantaje etc, en total estaríamos hablando de $ 1,500 000.00 un mil quinientos millones de pesos de ingreso
global por la fiesta más importante de la ciudad y puerto de Veracruz, que es
un cálculo conservador.
Organizar el Carnaval de Veracruz representa un
despliegue de logística gubernamental muy fuerte que sobre pasa la capacidad de
organización de la sola ciudad y requiere de un esfuerzo adicional del gobierno
del Estado desde semanas antes del inicio de la fiesta, en donde se tiene que
echar mano de personal de tránsito y de la policía de otros municipios para
cubrir la demanda de seguridad pública y estar en la posibilidad de contener el
fuerte flujo vehicular o peatonal de más de
1, 200 000, un millón doscientos mil turistas en las calles, más la
población local de 800, 000 mil de la zona conurbada que circula en forma
ordinaria. Todo ello se traduce en gastos de decenas de millones de pesos que
no pueden ser justificados por la Hacienda Municipal como pérdida en un rubro
inexistente.
Si el carnaval de Veracruz no existe como evento de la
administración municipal al no estar regulado por ninguna de las leyes
municipales ni por la Constitución Local es posible que el Comité del Carnaval del
Ayuntamiento de Veracruz, esté
organizando una fiesta tradicional o evento político-social con dinero de los
contribuyentes sin estar autorizado para ello.
Durante los últimos cincuenta años, ninguno de los
ayuntamientos que organizaron la fiesta de los “contrarios” se ha declarado en
bancarrota por éste motivo, por tanto hubo ganancias. Durante todo ese tiempo
nadie, o contadas personas de la calle, o de los contribuyentes saben con certeza a donde ha ido a parar el
dinero de las ganancias de ese evento político como sin duda lo es las fiestas
en honor del “Rey Momo”.
El problema central es que la autoridad sólo puede
hacer lo que la Ley le permite y para que el Ayuntamiento de Veracruz o un
comité “X” organice el carnaval debe estar contemplado en la ley. Al final lo
que importa es que ese dinero no cuantificado e importante no está siendo
utilizado en obras a favor de la ciudadanía que tanta falta hacen.
El Carnaval de Veracruz es la fiesta más importante en
todo el Estado, sin embargo la ciudad de Veracruz que es a su vez, la más
importante del Estado permanece ausente del progreso de su tiempo en diversos
rubros de la comunicación como es el transporte público denominado “Metro” aéreo
o subterráneo que contribuya a un reordenamiento urbano que agilice la
comunicación hora-hombre hacia sus centros de trabajo que hoy se pierden por estar
separados uno de otro, en extremos opuestos de la mal organizada ciudad: esto es,
los trabajadores viven en el norte y los centros de trabajo están en el sur y sureste
de la ciudad, lo que genera un caos vial “natural” en horas pico; Tren Bala que comunique los centros petroleros, arqueológicos y turísticos a lo
largo y ancho del Estado; Internet gratuito para promoción del turismo
cultural, rubros a los que se deben destinar los recursos obtenidos en el
Carnaval de Veracruz para su difusión y promoción turística; reinversión para
la transformación y mejoramiento de carros alegóricos que hoy siguen siendo jalados
por tractores igual que hace 40 años cuando la vida económica de México era fundamentalmente
agropecuaria.
Veracruz avanza, pero no en la medida y la velocidad del
potencial que tenemos y que exigen los tiempos que nos toca vivir, en un mundo
cada vez más pequeño y veloz inmerso en la tecnología, la ciencia y la
comunicación, estamos fuera de competencia precisamente por la importancia de
su puerto, que va quedando fuera de proporción de su ciudad, que es a su vez,
el puerto más importante de México. Parecería un juego de palabras que cae en
una espiral de contradicciones absurdas porque la derrama económica está ahí al
alcance de la mano, sin embargo, no hay una certeza material hacia donde se
“fugan” esos recursos precisamente, por una falta de regulación de la fiesta
más importante del Estado.
Urge por tanto, que el Congreso Local y o sus
respectivos representantes populares (diputados) mediante iniciativa de ley
correspondiente la presenten para su análisis, discusión y en su momento,
aprobación, asuman su responsabilidad y se legisle sobre este trascendente tema
que hasta nuestros días permanece intocado. Más aún, las principales ciudades y
ayuntamientos del estado de Veracruz tienen y se organizan sus respectivos
carnavales, por tanto, no existe ninguna razón para seguir aplazando este ejercicio
legislativo, por quién tenga facultades para ello presentar esta iniciativa de Ley de gran importancia
y trascendencia. No hacerlo así, esos presuntos $ 1,500 millones de pesos que
generan las fiestas de Momo en Veracruz, siempre tendrá un destino oscuro e
irregular cuando la ciudad- puerto y los principales ayuntamientos del Estado
de Veracruz necesita el ingreso regulado de la cuantiosa derrama que las fiestas
generan y la autoridad solo puede hacer lo que ordena la ley, no puede actuar
fuera de ella.
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